El arroz sancochado puede parecer precocido, pero no lo es. En cambio, se procesa de manera bastante diferente a otros tipos de arroz. El grano resultante se cocina y se sirve tal como lo harías con arroz blanco o marrón. Sin embargo, debido al procesamiento especial, el arroz precocido es una mejor fuente de fibra, calcio, potasio y vitamina B-6 que el arroz blanco común. Una taza de arroz sancochado cocido proporciona 41 gramos de carbohidratos totales, o alrededor de un tercio de la ingesta diaria recomendada de 130 gramos. La misma porción tiene 1,4 gramos de fibra, que suministra el 4 por ciento de la fibra diaria de los hombres y el 6 por ciento de las mujeres. El arroz sancochado tiene el doble de fibra de la que obtendría del arroz blanco cocido. Tiene un bajo índice glucémico de 38, en comparación con un alto 89 para el arroz blanco, señala Harvard Health Publications. Una puntuación glucémica baja indica que los carbohidratos en el arroz sancochado no causan un gran aumento en el azúcar en la sangre. El arroz precocido es especialmente rico en niacina, proporcionando 4 miligramos, o 23 por ciento de la ingesta diaria recomendada en 1 taza de arroz cocido. También obtendrá el 19 por ciento de la ingesta diaria de vitamina B-6. Estos valores son aproximadamente el doble de la cantidad que obtendría del arroz blanco no enriquecido. Su cuerpo necesita vitaminas B para metabolizar los alimentos en energía, pero también cumplen otras funciones, como ayudar a producir hormonas y neurotransmisores. La vitamina B-6 elimina el aminoácido homocisteína de su torrente sanguíneo convirtiéndolo en otras sustancias. Esto podría ayudar a mantener su corazón saludable; los altos niveles de homocisteína se asocian con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Una taza de arroz sancochado cocido suministra de 2 a 3 por ciento de la ingesta diaria recomendada de calcio, hierro, magnesio y potasio. Obtendrá un impulso ligeramente mayor de zinc, con 1 taza que contiene 0,58 miligramos de zinc. Esa cantidad representa el 5 por ciento de las necesidades diarias de los hombres y el 7 por ciento de las mujeres. El zinc desempeña funciones vitales en todo su cuerpo, desde formar la estructura de las proteínas hasta regular el ADN. Si no obtienes suficiente zinc, tu sistema inmunitario se deteriora; necesita zinc para producir las células que combaten las bacterias y las infecciones.