Salgado fue arrestado en 2013, luego de que la policía de la comunidad que comandaba en Olinala, Guerrero, detuvo a un funcionario local de la ciudad bajo sospecha de robar propiedad. El funcionario se quejó, y Salgado fue acusado de secuestro y crimen organizado por las autoridades federales y colocado en la prisión de máxima seguridad.
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En octubre de 2012, ayudó a establecer una fuerza policial comunitaria después de que un conductor de taxi, que se negó a pagar dinero de protección a una pandilla local, fue asesinado. La policía comunitaria es legal para los pueblos indígenas según la constitución mexicana y la ley del estado de Guerrero. En la primavera de 2013, fue elegida para servir como coordinadora de la fuerza. Bajo su mirada, el crimen cayó en picado en un 90 por ciento y no hubo asesinatos. Una feminista, trabajó para empoderar a las mujeres contra la violencia doméstica y el abuso.
Las autoridades locales estaban furiosas con Salgado cuando se negó a liberar a los sospechosos conectados políticamente, incluido el sheriff de la ciudad, sin un juicio. El 21 de agosto de 2013, en una ola de arrestos, fue apresada por las tropas federales y encarcelada en una prisión de máxima seguridad.
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