Opción uno: si tiene suficiente advertencia, intente buscar el menú en línea antes de salir de la casa.
Opción dos: si se da cuenta cuando llega al restaurante de que no sabe a qué sirven, discúlpese, vaya al baño y búsquelo en su teléfono.
Opción tres: si acabas con las dos primeras opciones, activa tu servidor. Pregunte en qué se especializa el lugar y cuáles son sus platos más populares. Si tiene preferencias o requisitos que hacen que las especialidades de la casa no sean atractivas, informe a su servidor y solicite sugerencias. Si el menú está escrito en un idioma que no habla, no tema solicitar una traducción.