Tu mueres.
La capsaicina se considera una neurotxina. Aunque podría no matarte directamente, podría hacer que tu ritmo cardíaco se eleve demasiado rápido o en la garganta para producir demasiada mucosidad. El cuerpo interpreta el efecto de la capsaicina como dolor y puede causar que su cuerpo sufra un shock.
Antes de llegar a ese punto, puede vomitar, desmayarse, tener diarrea ardiente, en cualquier orden o combinación de los mismos.