¡La magia sucede!
Mientras preparaba jugo fresco de sandía (mezclado y colado), pensé en hervirlo para extender su vida útil. Lo que sucedió cuando hervía me sorprendió. El color rojo se separó en espuma. Y lo que quedaba debajo era un líquido claro. Pensé que había destruido el jugo, pero el sabor no estaba tan lejos (aunque prefiero la versión fresca)
Lo embotellé y parecía agua embotellada.