Eso es fácil. Son terribles y las personas han empezado a darse cuenta de que tienen un sabor terrible, por lo que nuestra sociedad capitalista se ha estado deshaciendo lentamente de ellos al no comprar café furtivo.
En lugar. Eche un vistazo a algunos métodos de elaboración casera, como el verter, la prensa francesa o el Ibrik con granos recién molidos. Confía en mí, no te arrepentirás 🙂