Después de ser asados, los frijoles dejan salir los gases (principalmente c02) por un largo tiempo (meses). La válvula de gas libera esos gases sin dejar entrar oxígeno, lo que prolonga la vida útil exponencialmente.
Una de las razones por las que explotó Starbucks a principios de los 90 fue porque fue una de las primeras en adoptar la válvula.