Este es mi animal favorito:
Su nombre es Looie.
Mientras inhalé gran parte de su pelo y caspa, no tengo planes de consumirlo. Debido a mi particular versión de la moral, no como la carne de los muertos. Para entierros de mascotas, tengo una necesidad casi religiosa de devolver sus cuerpos a la tierra sin una caja o ataúd.
Cuando llegue el momento de Looie, no lo comeré, ni siquiera para convertirlo en parte de mí. Nuestra cercanía viene de la vida.