¿Por qué es que cuando era más joven, el café negro sabía a muerte, pero ahora bebo al menos 2 tazas de café fuerte por día sin problema?

¿Por qué es que cuando era más joven, el café negro sabía a muerte, pero ahora bebo al menos 2 tazas de café fuerte, no hay problema?

Cuando era muy pequeño (de 3 a 12 años) solía amar sumergir la tostada en café con leche evaporada y mucha azúcar; pero tómalo? ¡Egads, nunca!

Sin embargo, en mis 20 años lo bebí de esa manera. Entonces empecé a desagradar todo lo que era demasiado dulce. (Creció bebiendo té helado dulce, también).

Ahora, en mis primeros años 50, he estado bebiendo café con solo un poco de medio y medio y té helado sin azúcar durante aproximadamente 25/30 años. Cuanto más viejo me hago, menos me gustan las cosas dulces.

Me encanta el sabor de un buen café.

A medida que envejeces, tu sentido del gusto cambia. Tu cuerpo ya no ansía las cosas que hacía cuando eras un niño. Encontré esto en línea:

Tu sentido del olfato y tu gusto cambian a medida que envejeces. Entre las edades de 40 y 50 años, el número de papilas gustativas disminuye, y el resto comienza a reducirse, perdiendo masa vital para su operación. Después de los 60 años, puede comenzar a perder la capacidad de distinguir el sabor de los alimentos dulces, salados, amargos y amargos.

Envejecimiento con gracia: cambios en las papilas gustativas y el sentido del olfato

Este sitio lo confirma, también:

Todo comienza a descender alrededor de 40. Es entonces cuando nuestras papilas gustativas comienzan a dejar de crecer. Individualmente, cada papila gustativa atraviesa un ciclo constante de nacimiento, muerte y renacimiento que dura aproximadamente dos semanas. Una lengua sana se desprende y regenera estas papilas gustativas constantemente. Una vez que alcanzamos la mediana edad, los brotes continúan muriendo y se pierden, pero un número menor se regenera a medida que pasan los años.

Y con menos papilas gustativas en la boca, los sabores comienzan a saborearse … más suaves.

Cómo cambia nuestro sentido del gusto a medida que envejecemos