Entonces las grandes compañías fracasarían, ya que la gente dejaría de comprar sus productos. Además, la compañía literalmente no podría hacer absolutamente nada si se les pagara dinero, y perdería todo caso judicial que intentaran recaudar, porque el gobierno respalda el dinero que imprimen como moneda de curso legal.
En otras palabras, las empresas SI tienen una opción: fallar o tener éxito. La mayoría opta por tener éxito (al menos en este escenario).