¿Por qué la comida de conveniencia es mala?

Los alimentos “de conveniencia” son malos para los humanos físicamente porque tienden a tener exceso de azúcar (u otros carbohidratos simples), sal o grasa y poca o ninguna cantidad de vitaminas o minerales. Lo que significa que son en su mayor parte calorías vacías. La mayoría de los subsidios agrícolas del gobierno de los EE. UU. Se destinan al maíz, trigo, arroz, soja (y algodón), que fueron los componentes básicos de los alimentos procesados, lo que hace que los alimentos sin valor nutricional sean los más baratos en la tienda. Esto ha llevado a un fenómeno extraño, que afecta a personas en gran parte más pobres, de personas que padecen simultáneamente obesidad y desnutrición.

Los alimentos “convenientes” son malos para el planeta (que en última instancia es otra forma de ser malo para los animales, como los humanos, que dependen del planeta) debido al exceso de embalaje y al uso de productos derivados del petróleo en dichos envases, así como a los combustibles fósiles en su producción fabril, contaminando la tierra y el aire, y a juzgar por las islas flotantes de plástico, los mares. Además, debido a que son en gran medida el resultado de un puñado de cultivos, estos cultivos se cultivan en enormes granjas industriales que emplean el monocultivo. El monocultivo, donde los recursos se centran en producir un solo cultivo, es peligroso por varias razones, entre ellas el hecho de que este método agrícola establece un sistema inherentemente más vulnerable a las enfermedades (la hambruna irlandesa de la papa, es un ejemplo). El monocultivo también interrumpe la recuperación de nutrientes por parte del ecosistema, disminuyendo aún más el valor alimenticio del producto. En tercer lugar, el monocultivo es menos productivo que el policultivo cuidadosamente realizado, al menos según los investigadores de la Universidad de Wisconsin.

Los alimentos “de conveniencia” son malos para los humanos emocionalmente. Los humanos son animales sociales como lo demuestran numerosos estudios de humanos en entornos socialmente aislados. Cocinar y comer alimentos preparados desde cero ha sido durante mucho tiempo parte de la cultura humana, perder esa interacción es una pérdida para los humanos a nivel psicológico. También es más difícil consumir alimentos cocinados desde cero, simplemente por el esfuerzo que implica.