Es / nunca fue una “prohibición”, per se, sino una sugerencia de “buena práctica” que de alguna manera recibió una fuerte asociación de “NO HACERLO”.
¿Por qué? Piense en la tasa de alfabetización y las capacidades intelectuales generales de la población en el momento en que comenzaron estas prácticas (estas prácticas en realidad no son antiguas).
Si profundizas en ello, descubrirás que tales prácticas comenzaron con personas que tenían la capacidad de comprender el razonamiento subyacente. Asociar la ciencia (como se usa en el sentido moderno de la manera en que lo conocemos hoy) sería exagerado.
Las prácticas derivaron, correcto o incorrecto, de observaciones empíricas de más de una persona. El razonamiento no fue entendido por la población general. Si realmente importaba, la inculcación tenía que ser fuerte: el método “NO HACERLO”. Si no, la mayoría de la gente simplemente se encogió de hombros y siguió con sus vidas como de costumbre.
Solo los reyes tenían el derecho de hacer algo unilateralmente, hacer una ley que sí lo es, pero rara vez sobre tales prácticas en general. Era más simple asociar tales cosas con la religión, ¡ergo, aceptación completa sin murmurar o protestar! Definitivamente no tiene nada que ver con Dios ni con la espiritualidad.
La lógica se asoció con la naturaleza y la buena salud.
- El verano y los monzones fueron malos. Baja disponibilidad, posibilidad de carne / pescado / aves de corral estropeadas (nunca se conoció el estado), posibilidad de infecciones …
- Abstenerse de comer carne / pescado / aves durante algún tiempo como una buena práctica de salud. Esto está allí en otros países y religiones también (por ejemplo, la Cuaresma, etc.)
- Ayunar como una buena práctica de salud periódicamente o por tiempo limitado. Una vez más, esto está allí en otros países y religiones también (por ejemplo Ramzaan, etc.)
Si uno cree en tales cosas, uno sigue, como la gente lo ha hecho durante siglos. Si uno no cree, racionalizando los problemas con las prácticas científicas modernas en el contexto de los alimentos, entonces uno no se suscribe. No es que sean ateos o que no crean en la religión: viven sus vidas confiando más en la ciencia que en la mera creencia.