Regla número uno en la cocina: si tiene dudas al respecto, deséchela.
El azul no es un color natural para la carne (¡al menos no para el jamón!) Así que obviamente no es bueno comer. Y si ha entrado en contacto con cualquier otro producto alimenticio, también debe desecharse. Además, cualquier utensilio como cuchillos o tablas de cortar que haya estado usando debe limpiarse adecuadamente si planea volver a usarlos. Nunca se puede estar demasiado seguro cuando se trata de la higiene de la cocina.