Las carnes para el almuerzo son asadas (como pollo, pavo, ternera), curadas con sal (como algunos bocados y carnes procesadas) o ahumadas.
Sin embargo, no existe un peligro o daño inherente al comer carne cruda. Todas las carnes, cocidas o crudas se echarán a perder y causarán enfermedades transmitidas por los alimentos si no se manipulan y almacenan adecuadamente.