Seguridad alimenticia
Las enfermedades transmitidas por los alimentos son una carga para la salud pública y contribuyen significativamente al costo de la atención médica. Cada año, las enfermedades transmitidas por los alimentos enferman a 48 millones de estadounidenses (aproximadamente el 17% de las personas en los Estados Unidos) y conducen a 128,000 hospitalizaciones y 3,000 muertes.1 Un pequeño porcentaje de estas enfermedades son el resultado de brotes identificados como transmitidos por los alimentos, que ocurren cuando dos o más casos Las investigaciones de brotes transmitidos por los alimentos, junto con los análisis de los datos sobre los gérmenes que nos enferman y los comportamientos que contribuyen a la contaminación de los alimentos, nos ayudan a identificar dónde podemos mejorar el sistema de seguridad alimentaria del país. .3 Este sistema abarca desde cultivar la comida en la granja a través del procesamiento, empaque, distribución, transporte y almacenamiento, hasta prepararla para ser consumida.
¿Por qué es importante la seguridad alimentaria?
Las enfermedades transmitidas por los alimentos son un problema de salud pública prevenible y no denunciado. Estas enfermedades son una carga para la salud pública y contribuyen significativamente al costo de la atención médica. También presentan un gran desafío para ciertos grupos de personas. Aunque cualquier persona puede contraer una enfermedad transmitida por los alimentos, algunas personas corren un mayor riesgo. Por ejemplo:
- Los niños menores de 4 años tienen la mayor incidencia de infecciones confirmadas por laboratorio de algunos patógenos transmitidos por los alimentos, incluidos Campylobacter, Cryptosporidium , Salmonella , Escherichia coli O157, Shigella y Yersinia productoras de toxina Shiga .
- Las personas mayores de 50 años y aquellas con inmunidad reducida corren un mayor riesgo de hospitalizaciones y muerte por patógenos intestinales comúnmente transmitidos a través de los alimentos.
Una alimentación más segura promete vidas más sanas y más prolongadas y atención médica menos costosa, así como una industria alimentaria más resistente.