No sé si todos los baristas y otros trabajadores de la alimentación son así, pero me resulta frustrante cuando la atención de alguien está en su teléfono celular mientras trato de tomar su orden de bebidas.
Hace un momento, cuando una señora se acercó al mostrador con un teléfono celular en la oreja, le pregunté: “¿Qué puedo comprar?” “¡SHH!” Dijo mientras sostenía su dedo sobre su boca. Guau. Luego se acercó a mi lado del mostrador y agarró mi bloc de notas y un bolígrafo, y anotó su orden de bebida mientras mantenía su conversación más importante. Le pedí que terminara su llamada telefónica antes de aceptar su pedido.
Aunque es mi trabajo proporcionar los servicios a un cliente, todavía merezco ser reconocido y tratado como un ser humano decente. En cualquier otra situación en la que estés hablando con una persona, te ofendería que su atención esté en su teléfono.
Cuando tengo una conversación con el cliente mientras preparo su café, a veces me gusta entregárselo sin cargo. Pero si te acercas al mostrador sin apartar la vista de la pantalla de tu teléfono, tampoco me siento inclinado a ser amable contigo. Y sí, estoy cobrando el precio completo por cada opción adicional de su gran mocha de caramelo de soya quad-shot.
Hay un cierto nivel de comunicación necesaria para hacer exactamente la bebida que desea. Algunos baristas sentirán que lo están interrumpiendo si tienen los ojos puestos en su teléfono, por lo que en vez de eso asumirán los tecnicismos de las bebidas. “Oye, quería crema batida en esto”. “Bueno, estabas en tu teléfono y no tuve suficiente atención para preguntar”.
Entonces, si vas al mostrador de cualquier cafetería mientras escribes o hablas por mensaje de texto, simplemente asume que el barista tiene un pequeño deseo de agarrar tu teléfono y tirarlo en la salsa de chocolate.