El queso mozzarella se hace tradicionalmente con leche de búfala de agua. También está protegido por el etiquetado de la Denominación de Origen Protegida de la Unión Europea.
También es bastante delicado y se debe comer dentro de unos días después de haber sido hecho.
Las imitaciones baratas se hacen con la leche de vaca más abundante, bastante bien en cualquier parte del mundo.
Y algunos quesos baratos están hechos de leche de vaca de animales que han sido bombeados con hormonas para producir la mayor cantidad posible de leche de sus alimentos. En los Estados Unidos, la única forma de evitar esto es comprar quesos “orgánicos” o quesos importados.
Los productores lecheros canadienses no usan esas hormonas, en parte porque son ilegales y en parte porque nuestro sistema de administración de suministros significa que la producción de leche por encima de la cuota tiene que ser objeto de dumping. Todavía no es mozzarella, por supuesto.