Bueno, tu sistema digestivo está lleno de compuestos que destruyen las células. Esto incluye ácidos y enzimas que separan proteínas, lípidos y ADN. En la muy remota posibilidad de que un núcleo de tu comida logre fusionarse con tus propias células, ese núcleo comenzará a producir sus propias proteínas, proteínas que son extrañas para tu cuerpo. Eso rápidamente desencadenaría una respuesta inmune y la célula sería asesinada. Y eso es suponiendo que no logró activar ninguna de las diversas vías que desencadenan la apoptosis, la muerte celular programada.
Nuestros cuerpos han tenido cientos de millones de años para evolucionar la digestión. Todos los organismos han estado sometidos a una fuerte presión selectiva para no captar genes de sus comidas; cuanto más complejo es el organismo, más fuerte es la presión.
