Porque son opuestos culinarios. Considere el caliente, crujiente y salado hash brown, seguido por el lavado fresco, dulce y ácido de OJ. Cada uno es un tipo de “limpiador de paladar” para el otro.
Los cocineros usan esta dicotomía para hacer que sus ofertas sean más interesantes. A veces se hace como cursos, a veces en el mismo plato.