Los fitoquímicos son compuestos a base de plantas. Aunque los fitoquímicos no se consideran “nutrientes esenciales”, la investigación concluyentemente ha demostrado que las dietas ricas en fitoquímicos pueden reducir el riesgo de varias enfermedades comunes (enfermedades cardíacas, diabetes, hipertensión, etc.).
Estos compuestos dan a los alimentos de origen vegetal un color, olor y sabor distintivos. Debido a que diferentes fitoquímicos están vinculados a frutas y verduras de diferentes colores y cada fitoquímico se beneficia potencialmente de una manera diferente, comer una variedad de frutas y verduras de color siempre es beneficioso. Algunos ejemplos de alimentos (y bebidas) que contienen polifenoles incluyen manzanas (con la piel), uvas, cítricos, granada, cebolla, ajo, repollo, brócoli, té, vino tinto y chocolate.