La aplicación de la ley “Robo por encontrar” es una solución alternativa, un truco que utiliza una ley existente para tratar un problema para el cual no existe otra ley específica que pueda tratar el problema con más precisión.
El problema es que mientras los supermercados venden comida, no venden sus desperdicios. Tampoco garantizan que su basura sea segura para comer.
Si las personas comen y se enferman, el supermercado puede ser demandado. Incluso si gana la demanda, el supermercado habrá gastado mucho dinero en abogados y costos judiciales. Con los márgenes de ganancia de los supermercados tan reducidos, los propietarios evitarían tan pronto los pleitos legales.
La ley de “robo por descubrimiento” puede aplicarse porque el tomador no ha solicitado y recibido permiso para tomar la basura. El supermercado sigue siendo el dueño de ese desperdicio hasta que se lo lleva quien maneja sus desperdicios, ya sea un servicio público municipal o una empresa de eliminación de desechos contratada. Una vez que la basura está fuera de las manos del supermercado, es el problema de otra persona, aunque los nuevos “dueños” de la misma podrían ejercer sus propios reclamos de “robo tomando” si alguien lo toma sin permiso.
Sería más ordenado si existiera una ley que explícitamente prohibía la toma de basura en el supermercado, pero en ausencia de tal, se está poniendo otra ley para tal fin.