Al igual que muchos productos naturales, el té se compone de muchas docenas, probablemente cientos de compuestos químicos. Las técnicas de separación clásica (extracción ácido-base y disolvente, por ejemplo) se pueden utilizar para aislar las principales, pero para comenzar a explorar los muchos componentes menores se requeriría una técnica como la cromatografía, muy probablemente la cromatografía líquida (HPLC, UPLC, UHPLC, etc. .). Estas técnicas, que dependen de la adsorción selectiva de compuestos sobre un sustrato, son ampliamente utilizadas para aislar componentes de alimentos e identificarlos junto con otras técnicas analíticas como la espectroscopía.
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