Raramente cenábamos juntos como familia cuando era grande, no puedo decir qué tan influyó en mis relaciones con la familia, o lo hice, pero sé que me lo perdí.
Ahora, con mi esposo, cenamos juntos todos los días, es muy importante para nosotros y me alegro de que él me haya pensado así y nos anima a comer juntos. El acto de compartir comida es muy íntimo y significativo en una buena dinámica familiar.
¿Cómo haces tiempo para eso? Bueno, todos tienen la misma cantidad de horas en un día, tú eliges cómo gastarlas.