Asegúrese de dejar que las cookies se enfríen antes de guardarlas en un contenedor. Una forma que la gente ha encontrado ayuda a mantenerlos frescos es almacenarlos con una rebanada de pan y una manzana (¡ambos ayudan a mantener la humedad) o congelarlos!
Otro truco es que puedes congelar la mayoría de la masa y luego cocinarla según sea necesario para que tus galletas estén más frescas.