Como entusiasta del vino, ciertamente soy escéptico cuando se trata de mezclar un gran vino de cualquier manera. Habiendo dicho eso, debo reconocer que hay ocasiones en las que mezclar vino tinto realmente tiene mucho sentido. Agrupado por las opciones de país 2 vienen a mi mente:
• Tinto de verano (España): una mezcla de vino tinto y limonada (por ejemplo, Sprite) en proporciones iguales. Servido frío con hielo y una rodaja de naranja. Perfectamente refrescante en verano. Una variación para el gusto más aventurero sería reemplazar la limonada con agua tónica.
• Glühwein (Alemania): un clásico para la temporada de frío y en todos los mercados navideños alemanes. Vino tinto caliente con especias como canela, clavo de olor, anís estrellado o cáscara de naranja.