Nunca confíe en una etiqueta de alimentos para la mayor parte de su decisión de compra.
Las etiquetas de los alimentos no brindan la historia completa de cómo se produce un alimento desde la granja hasta el lugar donde compró su comida, sino que simplifican la historia completa de cómo se produce la comida.
Algunas etiquetas de los alimentos, como “orgánico”, están reguladas por el gobierno, mientras que otras, como “todo natural” no están reguladas por el gobierno, y estas etiquetas son obstinadas, y podrían no significar nada acerca de la comida. Podrías imaginarte comida “orgánica” como criada en una pintoresca granja, con un bonito granero y pastos, –
pero no es así. Aún puedes tener esto:
¿La comida de sushi es vegana?
¿Cómo te ayuda tu lengua a probar la comida?
¿Por qué los precios del tomate son tan caros en comparación con las otras verduras en Australia?
¿Por qué a otros países les parece que toda la comida estadounidense contiene papas fritas?
Y puede llamarlo producción de huevos “orgánicos”, ya que cumple con los estándares de esa etiqueta. No confío en las etiquetas de alimentos “orgánicos”. Son términos de marketing. En cambio, hable con su agricultor, observe cómo se fabrica el producto que va a comprar y comprenda de verdad de dónde provienen los alimentos, ya que los alimentos que compra respaldan el proceso utilizado para prepararlos.
Lectura adicional sobre cómo “orgánico” no es la comida utópica lovey-dovey
Investigación: “Granjas de fábricas” producen cantidades masivas de leche orgánica y huevos – Cornucopia Institute
Detener las granjas industriales “orgánicas”