Cuando sientes hambre tienes que ver casi por completo con tu cerebro y no con tu estómago. Un experimento fácil es estar ocupado durante ese período en el que normalmente tiene hambre, y encontrará que el hambre desaparece aproximadamente una media hora después de su hora normal de comer.
Puedes hacer un experimento más extenso. Si se restringe rápidamente o en calorías un par de días a la semana (consulte la dieta 5/2) puede interrumpir por completo este ciclo de hambre. Finalmente, se detiene el ruido del estómago y la sensación de que debe comer. Cuando estás realmente hambriento, la sensación es bastante diferente y no desagradable. Es más una especie de sensación de zumbido, que incluye un estado mental intensificado.
Puedo recomendar el segundo enfoque, es bastante liberador darse cuenta de que el “hambre” realmente está en tu mente.