La capsaicina en los alimentos picantes no se desnaturaliza por completo durante la digestión. Como resultado, está alcanzando los tejidos nerviosos en el otro extremo del tracto digestivo intactos y causando una irritación similar a la del frente.
Esto puede ser el resultado de la incapacidad de un cuerpo determinado para descomponer la capsaicina o debido a la sobrecarga del sistema, de modo que no todo se degrada.