El sabor y la textura de una langosta – Maine, Canadiense u otro – variará dependiendo de una variedad de factores.
La temperatura del agua juega un papel crítico en el sabor de la langosta, con aguas más frías que producen las langostas más sabrosas. El Golfo de Maine y las aguas oceánicas de la costa este de Canadá son extremadamente frías y ambas producen deliciosas langostas.
La textura y el sabor de la langosta también se ven influenciados por el ciclo de muda. Una langosta que aún tiene que mudar (llamada langosta de concha dura) se rellenará con carne y esa carne será un poco más firme y menos dulce. Las nuevas langostas de caparazón (también llamadas “shedders”) contienen menos carne pero se considera que la carne es más tierna y dulce. Algunos restaurantes y restaurantes sirven nuevas langostas de concha exclusivamente porque creen que el sabor es tan superior.
Mientras que Canadá cerró su temporada de pesca durante los meses de verano, la temporada de langosta de Maine dura todo el verano, lo que permite a los pescadores de Maine vender tanto cáscara dura como langostas nuevas. La recolección de nuevas langostas de concha es una de las principales diferencias entre la langosta de Maine y la de Canadá.