Comer especies invasoras no es una gran solución porque crea una situación en la que el invasor se convierte en parte de nuestra economía, y las personas se vuelven dependientes de su persistencia para su sustento. Esto ocasiona que se presione a los legisladores y administradores de recursos para garantizar que la especie continúe existiendo y se reproduzca abundantemente, a veces a expensas de las especies nativas.
Ya vemos que esto sucede cuando una especie invasora es utilizada por personas, ya sea para la alimentación, la recreación (es decir, la pesca) o el uso de alguna otra manera. Resulta imposible tratar de erradicar o gestionar números de la especie debido a la presión de las personas que dependen de ella para su subsistencia, ingresos o la utilizan para la recreación, etc. (por ejemplo, ver truchas en Sudáfrica, o perca del Nilo en el lago Victoria )