La práctica se originó en Grecia, creo (Andrón) y las costumbres etruscas, que los romanos adoptaron como gran parte de todo lo demás.
En cuanto a los lugares más alejados, las culturas nómadas en el Medio Oriente y el Norte de África se sientan a comer en alfombras y almohadas, aunque la postura suele ser más erecta que reclinarse sobre el codo.