Los frutos añejos comienzan a fermentar. Se vuelven más malolientes y el olor atrae a los insectos.
La fermentación es un proceso en el cual las moléculas grandes, como las proteínas, se descomponen en otras más pequeñas como el alcohol y los azúcares básicos. Ahora los insectos no tienen un sistema digestivo muy complejo, requieren alimentos fáciles de digerir, como los azúcares básicos. La mayoría del material vegetal que no sea el néctar de las flores es muy complejo para que se digieran.
Cuando huelen a comida en descomposición, (el olor proviene principalmente de compuestos que tienen como fuente las proteínas) ahora son un lugar donde encuentran comida fácil de digerir.