Aunque históricamente se ha considerado el estofado como a base de carne, no hay ninguna razón por la cual un guisado o ragú no pueda ser adecuado para una dieta vegana, sin carne ni productos lácteos. Las principales características de un guiso o ragout son:
- Un sabor penetrante de algunos ingrediente (s) principal (es)
- Inclusión de varios (o más) ingredientes
- Una salsa que es comparativamente más espesa que una sopa delgada
La etimología de la palabra tiene más que ver con el método de cocción y el calentamiento de los líquidos del plato que la inclusión tradicional de algunas proteínas a base de carne. Aunque la ebullición vigorosa es anormal, un guiso puede o no cocinarse lento y prolongado, siempre que se consigan el sabor y la consistencia característicos.
Un guiso generalmente ofrece una gama nutricionalmente equilibrada y completa de
ingredientes, incluidas las fuentes de proteínas y carbohidratos.