Estoy escribiendo esto de forma anónima por diversos motivos. También estoy escribiendo esto como madre. A mi hija se le ha permitido tener champaña cada año desde que era pequeña, al igual que mis padres conmigo. También le he permitido beber en otras ocasiones aleatorias, y apoyo plenamente a los padres que permiten que sus hijos lo hagan, bajo su supervisión y DENTRO DE LA RAZÓN, para obtener una muestra de lo que el alcohol puede hacer y así conocer sus límites.
Prefiero que ella pruebe lo que puede manejar bajo mi mirada cercana a salir al mundo sin ninguna pista. Eso puede ser MUY peligroso y la idea me asusta mucho. Conozco todos los argumentos sobre lo que el alcohol hace a los cuerpos y cerebros en crecimiento. He olvidado más sobre nutrición de lo que la mayoría sabrá (y solo estoy poniendo ese pequeño bocado aquí para aquellos que quieran intentar crucificar mi respuesta). Todavía elegí criarla de esta manera, y no lo cambiaría.
Mi hija no solo conoce sus límites, sino que ha creado en ella la responsabilidad de respetar estos límites. Y no, ella no ansía el alcohol ni lo bebe ni lo busca por su cuenta. Conozco a muchos de sus amigos cuyos padres no han hecho esto, y también sé lo que hacen a espaldas de sus padres. ¿Dile a alguien que no puede hacer algo y qué efecto tiene eso? Quieren hacerlo aún más. Mi hija y yo tenemos una relación extremadamente estrecha y ella no me oculta cosas como la mayoría de los adolescentes, y tampoco sus amigos. (Tiene 17 años mientras escribo esto – ¡y he sido ‘mamá’ para la mayoría de sus amigos toda su vida!) He visto pruebas anecdóticas una y otra vez que solidifican mi determinación sobre esta decisión, y lo sé por nosotros, fue el correcto.
Dicho eso: si no deseas beber, ¡NO lo hagas! NO permita que nadie lo fuerce, ni siquiera a sus padres. Sin embargo, si sientes que lo harás o te dará curiosidad, hazlo en una situación controlada, como bajo la atenta mirada de tus padres, ANTES de ponerte en peligro. Agradezca a sus padres que entiendan que los niños serán niños y que desean evitar cualquier situación mala. Me alegro de que tengas la determinación de no conducir nunca después de una caída, y te ruego que lo guardes. Sin embargo, el alcohol es conocido por disminuir las inhibiciones, y una bebida puede pasar demasiado antes de que te des cuenta, y para cuando lo hagas, puede ser demasiado tarde.
Aplaudo tu inteligencia Quédatelo. ¡Y buena suerte, con cualquier elección que hagas!