Principalmente, esto es como aprender a disparar una pelota de baloncesto o tocar el piano o cualquier otra habilidad. Tienes que practicar. Después de un tiempo, descubrirá que está notando aromas y sabores que en el pasado nunca prestó atención.
El siguiente obstáculo es saber qué EXACTAMENTE estás oliendo. ¿A qué te recuerda? Comience con categorías básicas, como cítricos / ácidos, florales, terrosos, dulces. Luego intente reducirlo: ¿naranjas o limones o limas? Lavanda o rosa? ¿Café o champiñones?
Para muchas personas, aunque este tipo de explicaciones detalladas son inútiles. También necesita averiguar quién es su audiencia. Decir que “huele a naranja” es menos que información útil que no le dice nada al bebedor promedio. Una gran cantidad de personas no sabe qué es la ralladura de naranja, y mucho menos a qué huele.
Si sus observaciones son un truco de ventas (como la mayoría de tales descripciones son) eso está bien. Si su propio cuaderno recuerda los sabores y los aromas, es algo inteligente de hacer.
Pero si realmente quieres guiar a las personas que necesitas para entrenar, necesitan saberlo.
Buena suerte.