Los merengues pueden caer por una cantidad de razones. Si no mantiene su equipo libre de grasa, por ejemplo, esa sustancia puede arruinar su día. Si no pesa adecuadamente los ingredientes y obtiene la proporción adecuada de azúcar a clara de huevo. Si agrega azúcar antes de comenzar a batir. Si tiene la temperatura incorrecta del horno.
Hay una gran cantidad de salvaguardas que se pueden usar para estabilizar merengues. Cocinar el azúcar, por ejemplo, para crear un merengue italiano. Agregar un poco de ácido a las claras de huevo también ayuda a estabilizar la malla de proteínas: solo agregue una cucharadita de jugo de limón, lima, ácido tartárico o cualquier otro ingrediente amargo justo antes de comenzar a batir.
Además, consígase un termómetro de horno y asegúrese de saber cuál es la temperatura real del horno, y que está a la temperatura especificada antes de que entren sus merengues.