¿Es intentar o aprender a que los alimentos nuevos sean una forma de crecer como persona?

¡Absolutamente!

La comida no aparece de la nada. Es un subproducto de la cultura, el clima y la disponibilidad de los ingredientes.

Entonces, al aprender a gustarle los nuevos alimentos, aprende a apreciar nuevas culturas, aprende instintivamente sobre la geografía de los lugares de donde provienen esas recetas, cómo evolucionó (por ejemplo, los tomates y las papas solo existían en América del Sur y Central hasta columbus – ¿Cómo era la comida italiana y alemana sin esos ingredientes básicos?), y convertirse en una persona más tolerante, lo cual siempre es algo bueno.