La respuesta corta es “ninguno de ellos”.
El procesamiento de alimentos es inherentemente un negocio de productos básicos que requiere (comparativamente) enormes inversiones de capital y márgenes muy bajos. Por otro lado, también se caracteriza por un gran volumen. Un negocio de cien millones de dólares al año en la mayoría de las otras industrias sería bastante impresionante, pero eso es un disparate en la industria alimentaria. Si hay excepciones, no las conozco (pero me encantaría …).
La diferencia entre el éxito y el fracaso en la industria de procesamiento de alimentos es la marca. Boar’s Head, de Nueva York, ha fabricado durante mucho tiempo un producto excepcional que estaba disponible principalmente en el área de Nueva York, y disfrutaron de márgenes envidiables porque no se trataba de un fabricante de gran volumen frente a otro en un estante de supermercado. Los pollos Perdue también disfrutaron de márgenes superiores a la media durante mucho tiempo (no sé si aún lo hacen …) -6% frente a 2% para el resto de la industria.
Aún así, incluso para los más exitosos, existe el problema básico: alta capitalización, bajos márgenes; lo que los hace vulnerables a problemas con el suministro o interrupciones en la economía. Si tiene una carga de deuda de X a un volumen de producción Y, corre el riesgo de sufrir una calamidad si las proporciones se vuelven inestables.
