Uno podría preferir un helado de fruta en lugar de helado de chocolate por varias razones, entre ellas:
- Una preferencia genuina por los sabores dulces y complejos de la fruta.
- Curiosidad. Buscando novedad.
- Un deseo de variedad, un cambio de la elección habitual, la evitación de la coherencia tonta.
- Imaginación. Una expresión de creatividad, pensar fuera de la caja.
- Una creencia considerada de que el sabor de la fruta era un mejor complemento de la comida anterior.
- Una creencia de que el artículo de chocolate era cualitativamente pobre, en sí mismo.
- Una falta de voluntad para comer chocolate adulterado con leche, crema y aditivos.
- La atracción visual del color, a diferencia de algo marrón.
- No conformidad o incluso inconformidad.