No solo las mujeres. Los niños, los enfermos, los muy ancianos. No conozco a ningún musulmán que quiera hacer daño para ayudar a la gente a ayunar. El punto es construir piedad con Alá y pasar el tiempo reflexionando sobre la vida de uno. La mujer musulmana diabética que trabaja conmigo come; su Imam no la avergüenza. Siempre que la salud del individuo esté en juego, es aceptable comer y beber. Según los musulmanes, yo sé, “Allah sabe lo que hay en su corazón”.
(Ayuno) por un número fijo de días; pero si alguno de ustedes está enfermo, o en un viaje, el número prescrito (se debe compensar) días después. Para aquellos que pueden hacerlo (con dificultad), es un rescate, la alimentación de uno que es indigente. Pero el que dará más, por su propia voluntad, es mejor para él. Y es mejor para ti que ayunes, si solo lo supieras.
-Surah Bakarah 2: 184