No te falta mucho. Crujiente, acuoso, salado, fibroso.
Añade algo bueno a sopas, caldos, salsas, guisos, etc., ya que se mezcla con zanahorias y cebollas para crear un aroma y sabor increíbles en muchos platos occidentales, donde esta combinación se llama mirepoix debido a su origen francés.