Muchos alimentos preparados comercialmente son ricos en grasas, sal y azúcar. Cuando preparamos nuestra propia comida, sabemos exactamente qué ingredientes y cuánto de cada uno entra en nuestra comida.
Comer en casa le da tiempo a toda la familia para hablar sobre su día.
Comer alimentos caseros también brinda otros beneficios, que incluyen ayudarlo a vivir un estilo de vida más saludable. Comer en casa le permite personalizar el tamaño de la porción según sea necesario, reduciendo su deseo de disfrutar porciones de gran tamaño en restaurantes, independientemente del valor nutricional del plato. Un informe en la edición de enero de 2007 de “Public Health Nutrition” afirma que las familias que comen más comidas rápidas tienen menos probabilidades de comer frutas y verduras saludables, y tuvieron un aumento general en el consumo de bocadillos salados y refrescos. Comer alimentos caseros que se prepare le ayuda a aprender una buena nutrición, que puede enseñar a su familia para que ellos también puedan ser más saludables.
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