Los vinos deben ser servidos desde los más livianos y secos hasta los más intensos. Si los vinos no se sirven en ese orden, un vino delicado siguiendo uno más asertivo sería difícil de apreciar. Sin haber probado el vino de antemano, tendría que adivinar, basándose en la denominación, la variedad de uva y las notas de cata, cuál sería el orden correcto.
Tendrás que pensar en los diversos tipos de intensidad de sabor que un vino puede tener; algunos son muy aromáticos, algunos ácidos, otros alcohólicos y otros tánicos. Cada uno de esos componentes del gusto puede hacer que un vino sea más intenso que el vecino en la degustación.
Asegúrese de incluir “limpiadores de paleta” neutros como galletas saladas y agua sin gas para que los catadores puedan tomar un descanso cuando lo necesiten.
