Las frutas que producen niveles más bajos de etileno naturalmente, como las manzanas Granny Smith o Fuji, tenderán a madurar más lentamente. Mantenerlos físicamente separados de los productores de alto etileno como los plátanos y las cebollas también puede ayudar.
Además, las reacciones químicas, incluidas las de los procesos de maduración, avanzan más lentamente a temperaturas más bajas. Este efecto es más pronunciado con respecto a la maduración de la fruta por debajo de 0 ° C, pero la refrigeración sin duda ayuda. (No extrapolar esto a todo: tomates y pepinos, por ejemplo, odian la nevera por sus propios motivos)
Estoy seguro de que hay muchos más factores que contribuyen, pero esos son fáciles de controlar, así que espero que sean útiles.