Una respuesta muy básica es que los grumos se forman en la leche caliente y el sabor no es uniforme, mientras que en la leche fría no hay formación de grumos y la distribución de la mezcla será uniforme.
La respuesta detallada está disponible en un libro de texto llamado Food Science and Nutrition por Sunetra Roday. (No recuerdo la respuesta detallada, pero tiene que ver con el cambio estructural de los carbohidratos a distintas temperaturas)