Batir sirve para 2 propósitos, removiendo e incorporando aire.
La agitación es bastante obvia, pero el batidor ayuda a incorporar y disolver una miríada de ingredientes secos en ingredientes húmedos. También permite mezclar varios ingredientes húmedos diferentes. Permite que el aceite y el agua se emulsionen en presencia de un emulsionante, lo que conduce a alimentos como la mayonesa.
La incorporación de aire es otro uso clave de la batidora. Por ejemplo, al batir las claras de huevo y el azúcar en un merengue, pueden convertirse en un ingrediente útil para cualquiera de los pasteles, o, cuando se dobla en un poco de harina, un pastel de ángel. Dado que muchos de los mejores productos horneados son espumas (técnicamente, la mayoría de los panes, pasteles y merengues son una matriz de aire y masa, creando un alimento más liviano), este es un paso crítico en la fabricación de muchos productos horneados.