La vida es el proceso de consumir recursos para fines egoístas. No es ni bueno ni malo, es vida. ¿Es “malo” cuando un león atrapa un antílope? Para el antílope, sí, pero es sostenedor de vida y muy bueno para el león.
Los humanos son lo suficientemente inteligentes como para tomar decisiones, priorizar ciertos objetivos sobre otros, así que supongo que su pregunta es, ¿hay opciones que hacemos sobre nuestras dietas que son “buenas” o “malas”, y cómo podemos priorizar esas elecciones?
La conveniencia, la exquisitez y la salud son las principales prioridades para la mayoría de los consumidores. El saldo de estos varía de una persona a otra e incluso dentro de un individuo, dependiendo de las circunstancias.
Estaba pensando en tu pregunta sobre estos tres parámetros, y uno puede argumentar que ser vegetariano es bueno o malo en las 3 dimensiones, hasta que me di cuenta de que pareces más preocupado por el impacto ambiental. Este parámetro es un seguidor distante en la lista de prioridades para la mayoría de las personas.
¿Nuestras elecciones de alimentos tienen un impacto ambiental? Ciertamente. Pero hasta que pueda definir los diversos impactos y clasificarlos según su bondad o maldad, es imposible evaluar las opciones. ¿Cómo pesa un aumento del 5% en la escorrentía de la granja contra la pérdida no intencional de hábitat de 300 mamíferos pequeños (si tal elección alguna vez fue un problema)?
Un enfoque prometedor de la Universidad de Chicago es devolver todo a la economía en la medida de lo posible. Cuando se enfrente con dos costos ambientales, elija el más bajo. En este modelo, los costos están determinados no por alguna filosofía particular o razón personal, sino que se definen por el valor de mercado de los artículos considerados; el valor agregado aplicado por la sociedad humana.
