¿Qué pasa en el cuerpo cuando tienes hambre? (Una explicación científica)

El hambre o el apetito se estimulan porque el cuerpo usa la glucosa (azúcar) durante las actividades diarias y el ejercicio, lo que reduce los niveles de glucosa en la sangre (BGL). (También hay desencadenantes psicológicos para el hambre y el deseo de comer debido a las respuestas de placer en nuestros cerebros provocados por imágenes, olores e incluso pensamientos sobre los alimentos que estimulan su comportamiento de búsqueda de alimentos.)

El cuerpo reconoce el cambio y tiene una sorprendente habilidad para responder de una manera que intenta mantenerte en forma, saludable y vivo. Homeostasis es el nombre dado a los procesos de nuestro cuerpo que mantienen todo dentro de los límites y rangos normales. Un ejemplo obvio de homeostasis es cómo sudamos cuando estamos calientes. Casi todas estas respuestas son circuitos de retroalimentación negativa y compensan las influencias externas. El cuerpo reconoce la necesidad de más alimentos (energía / calorías) y lo compensa estimulando el apetito.

El apetito está regulado por un complejo sistema de sustancias químicas que envían señales a su cerebro y su cuerpo. Las células en el hipotálamo se comunican con las células en otras partes del cerebro para coordinar la liberación y la absorción de sustancias químicas que ayudan a regular la cantidad y lo que usted come.

Los productos de descomposición de los alimentos: aminoácidos de proteínas, ácidos grasos de las grasas y glucosa de los carbohidratos, regulan las hormonas como la insulina, que afectan el proceso a nivel celular. Envían mensajes al cerebro diciéndole que se necesita combustible.

Cuando el cuerpo necesita alimento, se liberan neurotransmisores. Un neurotransmisor llamado Neuropéptido Y (NPY) es importante para enviar mensajes a varias partes del cerebro. Las hormonas ghrelina y leptina circulan en la sangre y se comunican con NPY.

Los bajos niveles de glucógeno y los bajos niveles de azúcar en la sangre estimulan un aumento en la actividad de la ghrelina y el NPY en el hipotálamo. A medida que se estimula el NPY, aumenta su deseo de alimentos dulces y almidonados. Y cuando ghrelin se eleva, también lo hace el hambre.