Si el objetivo es dejar de hacer algo, intercambiar ese algo por otra cosa puede, en apariencia, cumplir la meta, pero en realidad es cambiar uno por otro.
Para que quede claro, la adicción no siempre es algo malo, depende de qué es lo que eres adicto, qué daño hace esa adicción (fisiológica / emocionalmente / externamente) y con qué frecuencia sucumbes a la adicción.
Dejé de fumar cigarrillos analógicos cambiándome a ecigs pero me gusta fumar así que para mí el cambio fue sobre reducción de daños no sobre dejar de fumar.
Tanto el café como el fumar son muy rituales porque, en muchos casos, los usas debido a algún otro factor desencadenante. Despertarse, hablar por teléfono, conducir, comer, etc., pero los rituales no siempre colisionan, por lo que podría funcionar, pero podría agregar otro “vicio” a su lista. Creo que debe preguntarse por qué fuma y por qué quiere detenerse y tomar medidas que logren ese objetivo en lugar de reemplazarlo.
Realmente no me gusta el café y forzar eso en mí mismo parece más un castigo, YMMV.