Se pueden utilizar varios aceites: la manteca de cerdo, el aceite de maní o la manteca vegetal son buenas opciones debido a sus altos niveles de humo.
También la técnica juega un papel importante. Una sartén de hierro fundido y freír en pequeños lotes ayudan a mantener caliente la grasa que elijas.
Internet tiene una gran cantidad de recetas e instrucciones.